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martes, 14 de febrero de 2012

Ahora mismo no se de que escribir exactamente. En mi cabeza no siento nada, en mi corazón menos. Solo escucho la música, como revolotea cada una de las notas dentro de ella. En mi estómago no hay mariposas, habrán muerto, no las he dado de comer durante horas. ¿Que comían?No lo sé, solo se que aparecieron cuando vino él, y me llenó el corazón, ahora que no está, no las siento. Quizá él las llenaba...
Pretendía no hablar de él, pero esto me está saliendo solo, será el subconsciente, ya que mi cerebro, mi estúpido cerebro, no me permite pensar. Las letras de las canciones quedan marcadas, si, esas canciones tristes de amor, que no paro de escuchar. Aunque sean en inglés, que miles de veces tengo que traducir, muchas frases, sin saber por qué, las reconozco, las que más duelen, se me traducen solas, y quieren que piense, pero yo no puedo, o no me lo permito. No me lo permito simplemente porque me hago más daño, sin quererlo, me lo hago. Es peor que rajarse el brazo, para ''sentirme bien'', por que aun rajándome, nada me hará sentir tan bien como su simple: ''♥'' para empezar una conversación cada día. Ni rajándome conseguiré ese sensación tan buena que tenía al hablar cada noche con él.
Pensar es peor que un suicidio, por eso no pienso, y dejo que mis oídos y esas palabras que entran por ellos lo hagan por mi...

-Te necesito, aquí, ahora, en este preciso momento, y dime que me quieres, como lo has hecho durante este último tiempo, dímelo, lo necesito. Ese era mi aire, y ahora estoy muriendo sin él.

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